Pintura de Amanda Blake
(extraida de http://www.amandablakeart.com/portfolio/)
PEREGRINA Y NIÑOS
DORINA.—¿ Por qué llora Adela?
PEREGRINA.—Porque tiene veinte años… ¡y hace una noche tan hermosa!…
ANDRÉS.—En cambio, tú pareces muy contenta. ¡ Cómo te brillan los ojos!
PEREGRINA.—Es que no acababa de comprender la misión que me ha traído a esta casa… ¡y ahora, de repente, lo veo todo tan claro!
FALÍN.—¿ Qué es lo que ves tan claro?
PEREGRINA.—Una historia verdadera que parece cuento. Algún día, cuando seáis viejos como yo, se la contaréis a vuestros nietos. ¿ Queréis oírla?
NIÑOS.—Cuenta, cuenta… (Se sientan en el suelo frente a ella).
PEREGRINA.—Una vez era un pueblo pequeño, con vacas de color de miel y pomaradas de flor blanca entre los campos de maíz . Una aldea, tranquila como un rebaño a la orilla del río.
FALÍN.—¿ Como ésta?
PEREGRINA.—Como ésta. En el río había un remolino profundo de hojas secas, adonde no dejaban acercarse a los niños. Era el monstruo de la aldea.Y decían que en el fondo había otro pueblo sumergido, con su iglesia verde tupida de raíces y sus campanas milagrosas, que se oían a veces la noche de San Juan …
ANDRÉS.—¿ Como el remanso?
PEREGRINA.—Como el remanso. En aquella aldea vivía una muchacha de alma tan hermosa, que no parecía de este mundo. Todas imitaban su peinado y sus vestidos; los viejos se descubrían a su paso, y las mujeres le traían a los hijos enfermos para que los tocara con sus manos.
DORINA.—¿ Como Angélica?
PEREGRINA.—Como Angélica. Un día la muchacha desapareció en el remanso. Se había ido a vivir a las casas profundas donde los peces golpeaban las ventanas como pájaros fríos; y fue inútil que el pueblo entero la llamara a gritos desde arriba. Estaba como dormida, en un sueño de niebla, paseando por los jardines de musgo sus cabellos flotantes y la ternura lenta de sus manos sin peso. Así pasaron los días y los años…Ya todos empezaban a olvidarla. Sólo la Madre, con los ojos fijos, la esperaba todavía... Y por fin el milagro se hizo. Una noche de hogueras y canciones, la bella durmiente del río fue encontrada, más hermosa que nunca. Respetada por el agua y los peces, tenía los cabellos limpios, las manos tibias todavía, y en los labios una sonrisa de paz...Como si los años del fondo hubieran sido sólo un instante.
(Los niños callan un momento impresionados).
DORINA.—¡Qué historia tan extraña!… ¿Cuándo ocurrió eso?
PEREGRINA.—No ha ocurrido todavía. Pero ya está cerca…¿No os acordáis?…¡Esta noche todos los ríos del mundo llevan una gota del Jordán!
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Hoy es la Noche de San Juan y aprovecho para retomar la actividad del blog, después de varias semanas de trabajo absorbente. Ahora que se acabó mi substitución, se me hace raro disponer de tanto tiempo y me siento extrañamente culpable por no estar ya de pie a las seis de la mañana (ce n'est pas grave!, seguro que en un par de días se me pasa).
Pero es la Noche de San Juan, como decía, y hay mucho que celebrar y bastantes trastos que quemar en la hoguera. Además, quería contaros que, este curso que acaba de finalizar, leímos, mis alumnos de 2º de ESO y yo, La dama del alba, de Alejandro Casona. Me gustó mucho, durante varios viernes sucesivos, evocar la magia de la esta noche con los chicos. Ellos lo hicieron muy bien. Incorporaron a los personajes matices que éstos no tenían en el texto original (el abuelo fue un poco sordo y Falín ocasionalmente tartamudo, porque al chaval que lo interpretaba le pareció que su personaje salía poco y había que darle más protagonismo), pero, básicamente, se respetó el sentido de la obra y creo que casi todos apreciaron la atmósfera misteriosa, dramática y lírica que el autor supo crear.
Además, la lectura de este libro dio para hablar de muchas cosas: de fogatas y ritos, de fiestas locas y ligues de verano, de fantasmas, aparecidos y resignación ante la muerte. Se le podría haber sacado más jugo, desde luego, pero las urgencias del fin de curso -y el histerismo inherente- lo impidieron. Ojalá algún día pueda volver a trabajar con el texto de Casona. Me pareció muy adecuado para esta edad de grandes amores y desamores y en los que lo macabro resulta tan atractivo.
Algo que lamento no haber hecho en la explotación didáctica de La dama del alba es concluir la actividad con la visión de La joven del agua (2006), la película de Nitgh Shalaman -cuya traducción más
exacta sería, curiosamente, "La dama del agua" (Lady in the water)-. En su lugar vimos
una representación televisada de la obra, que, aunque correcta,
considero que no aportó mucho a lo que ya habíamos observado
durante la lectura en clase. ¿Por qué La joven del agua? Pues
porque profundiza en uno de los temas tangenciales de la obra de
Casona: cómo se forja una leyenda, cómo se crea una historia con
retazos de verdad y elementos de fantasía. Las buenas historias, las
que nos ayudan a vivir, no surgen de la nada. Hay un patrón y nos
puede ser útil conocerlo a la hora de escribir cuentos y también de
crear nuestras leyendas personales. De eso trata el film de Shalaman
(del cual os dejo el prólogo aquí abajo) y creo que hubiera sido un buen colofón. En fin, como dijo aquél, la próxima vez me equivocaré mejor.
PD: ¡Que se os cumplan los deseos que pidáis al saltar sobre las llamas! ¡O no... y a ver qué pasa (seguro que puede dar para una buena historia)!
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