Estos días, estas semanas, escribo mucho sobre cuentos pero no en el blog, sino en el trabajo final de mi formación en Cuentoterapia. Me lo paso bien y siento que aprendo mucho. También descubro que he aprendido aún más de lo que creía a lo largo de estos tres años. Pero me da pena tener este espacio un poco abandonado, como un desván a merced de los ratones. Echo de menos pasar por aquí y compartir algo con vosotros. Hoy se me ha ocurrido esto, una cosa rapidita, porque empieza febrero y pronto será San Valentín, ese mártir que tiene más de diablo que de santo.
"I can't belive, I found you" , ilustración de Sophie Blackall para su proyecto Missed Connections
LA MUJER PERFECTA
Nasrudín conversaba con un amigo.
- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí pensé -respondió Nasrudin. -En mi juventud, resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.
Continué viajando, y fui a Isfahan; allí encontré una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita.
Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa, y conocedora de la realidad material.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.
( Extraído de E. Rodríguez Abad y B. Prieto, Te cuento para que cuentes. Animación a la lectura y conocimiento de la narrativa oral, Los Libros de la CATARATA, 2007, (pág. 115).
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