Escribir e ilustrar una
obra sobre la muerte destinada al público infantil no es fácil
porque los adultos no sabemos nada relevante sobre el tema, no
comprendemos cómo funciona exactamente, salvo que puede suceder
sorpresivamente o no y que es ineludible. Y eso es, más o menos, lo
mismo que entendimos cuando supimos de ella por primera vez, así que
es uno de los pocos asuntos en los que un autor de libros
infantiles no tiene apenas ninguna ventaja con respecto a los
lectores. Por mucho que se documente, y aunque opte por llevar a cabo
sesiones de espiritismo, cualquier cosa que diga al respecto no
dejará de tener carácter exploratorio. La muerte es un gran
misterio y es de agradecer que, de un tiempo a esta parte, proliferen obras que honran dicho misterio y tratan de ofrecer algún consuelo
sin caer necesariamente en el tópico del
“ahora-el-abuelo-vive-en-una-estrella”. Recomiendo a este
respecto La caricia de la mariposa
(Ed. Kalandraka, 2008), un cuento delicado y hermoso deChristian Voltz, quien también ha realizado los collages con
materiales reciclados que lo ilustran. Veréis que la historia es
emocionante y tierna y pone de relieve nuestra bendita incapacidad de
aceptar que quien amamos se vaya para siempre.
Pero, sobre todo, en memoria de Javi,
mi padrino, que se fue hace unos años cuando aún era joven, me
gustaría sugeriros la lectura de un cuento que me parece muy
gracioso (Javi tenía un sentido del humor que todavía me hace reír
ahora cuando recuerdo conversaciones que mantuvimos, así que nada de
ponerse muy solemnes ni melancólicos). La obra, en castellano, se titula
Estirar la pata o cómo envejecemos (Ediciones Destino, 1996) y su autora es Babette Cole. El argumento desarrolla la respuesta que dos abuelos que han aprendido a reírse de sí mismos dan a sus nietos cuando éstos les preguntan por su obvia decrepitud. Leedlo, os gustará. Es ligero, es divertido; el texto está lleno de ocurrencias y las ilustraciones tienen efectos antidepresivos. En realidad, lo que os aconsejo es empezar por este libro y luego leeros todos los demás de Babette Cole, porque cuando nos da por pensar en agujeros negros y abismos insondables de nada, el mejor antídoto es la comedia y en eso Babette es un genio.
NOTA: Por ser hoy víspera de Todos los Santos, un pequeño apunte sobre los fantasmas: a veces, las personas a las que queremos, aunque ya no estén de este lado, nos mandan mensajitos. Tal vez lo hayáis experimentado. A mí me acaba de ocurrir. Y es que estaba terminando de escribir esta entrada cuando me he acordado de que una de las últimas ocasiones en que Javi y yo nos vimos estuvimos mirando el video de un concierto de Queen. Eso ha hecho que me entraran ganas de escuchar una canción del grupo y, extrañamente, porque no es de las más conocidas, he tropezado con ésta. De manera que, en fin, creo que mi padrino nos dice que, ya que estamos aquí y la muerte no tiene remedio, podemos, mientras tanto, aceptar "esa cosa pequeña y loca llamada amor" como animal de compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario