Fuente: José Noya Ilustraciones / josenoya.blogspot.com.ar |
Por estas fechas, como ya sabéis, me gusta dedicar una entrada a la artesanía. Estoy en contra del consumo masivo y "obligatorio" de las fiestas navideñas, pero, ya que parece ser inevitable, prefiero que sean los artesanos los que se beneficien de ello. Detrás de su trabajo hay un oficio, un conocimiento de los materiales, ensayos, errores y aciertos, tiempo invertido y creatividad. Y, además, y en eso su trabajo es distinto del de la mayoría de las grandes empresas multinacionales, hay respeto por lo humano. Porque las personas no podemos producir a un ritmo industrial, nuestro cuerpo no es una máquina (o, si lo es, es una máquina viva que necesita descanso, alimento adecuado y un salario suficiente que retribuya sus esfuerzos). Y todo eso por no hablar de la naturaleza, a la que no le damos tregua ninguna a fuerza de producir baratijas a destajo.
Para no desviarme demasiado de los temas que habitualmente trato en el blog, este año he elegido recomendaros piezas que podrían sin dificultad aparecer en un cuento de hadas. En primer lugar, claro, personajes. Después, objetos: los que necesita el protagonista para lograr sus fines y los que obtiene, en el desenlace, como recompensa y emblema de su nuevo status.
Los personajes de los cuentos más famosos no necesitan presentación. Todos sabemos quién es Caperucita, Alicia, la Sirenita. Sabemos qué les pasó aunque hayamos olvidado los detalles de su peripecia. Pero si además de conocer su historia nos apetece llevarlos siempre con nosotros, una buena opción es hacernos con un broche, un llavero o unos pendientes de los que diseñan y cosen los chicos de Ovejita Be!. También se les pueden pedir "personajillos" por encargo, muñecos diminutos para esos momentos en que la fuerza personal no basta y necesitamos un amuleto o una pequeña inspiración.
Claro que si tenéis niños cerca y queréis que los cuentos que les contáis no se terminen nunca del todo sino que sigan enriqueciéndose con nuevos episodios y diálogos, un buen regalo son, sin duda, los títeres. Hace unos meses, paseando por el barrio de Gracia, en Barcelona, descubrí los que construyen con pasta de papel, cartón reciclado y tela las artesanas del taller Bufallums (aquí, en catalán, podéis ver cómo trabajan). Como no se utilizan moldes en su elaboración, cada una de estas marionetas (las hay de dedo o de mano) es única, todas entrañables y expresivas. Se pueden comprar por separado o juntos, en grupo, todos los personajes de un mismo cuento.
Zapatitos de bebé de Txell Lagresa |
Por otra parte, en los cuentos tradicionales encontramos una serie de elementos que se repiten a menudo por su simbolismo inherente. Los zapatos, por ejemplo. Recordemos a Cenicienta, pero también a la pobre bailarina de Las zapatillas rojas; los zapatos de hierro que deben gastar los personajes que inician un peregrinaje antes de alcanzar su objetivo o las botas de siete leguas de Pulgarcito. En cualquier caso, tanto en los cuentos como en la vida, lo más importante siempre es dar el primer paso. Y precisamente para dar esos primeros pasos sirven los graciosos zapatos que confecciona Txell Lagresa. Todos tienen un corazón en la suela, un buen recordatorio de la importancia de caminar y hacer las cosas con amor.
Lámparas Pallet de Reez |
Y algo que tampoco es extraño encontrar en los cuentos de hadas son los pozos mágicos, las varitas o las lámparas que conceden deseos. Todos andamos un poco faltos de eso, ¿no?. Las lámparas de Celina Re y Juan López (Reez) no digo yo que nos puedan proporcionar cualquier cosa, pero sí una luz cálida, un diseño bonito y el plus de saber que estamos dando nueva vida a objetos desechados. Además, Reez son creadores de todo tipo de piezas de vidrio capaces (doy fe ) de sobrevivir a las caidas más aparatosas.
Anillo de Valeria Fast Jewelry |
Por ultimo, vamos a imaginar que todo sale bien, que, al final, comemos perdices (o su equivalente vegetariano) y nos convertimos en reyes, en soberanos de nosotros mismos y merecedores de la corona. Bueno, igual una corona es demasiado. Pero ¿qué tal una joya que pueda recordarnos que el esfuerzo ha valido la pena? En este sentido, me han gustado mucho los colgantes, pendientes y sortijas de Valeria Fast Jewelry. Son discretos, minimalistas, pero con la elegancia y el misterio de un objeto encantado.
Por supuesto, esto es solo una pequeña selección de los cosas que yo regalaría o he regalado en alguna ocasión. En los enlaces encontraréis más piezas bonitas que se pueden comprar online o en el taller de los artesanos. Además, si hacéis una visita virtual al Fantastic Handmade Market, o si el fin de semana del 12 y 13 de diciembre estáis en Barcelona y os acercáis al vestíbulo del edificio histórico de la UB, podréis encontrar más tesoros.
PD: Aprovecho para informaros de que sigue en marcha la iniciativa La manta de la vida en algunas comunidades (si no la conocéis, aquí podéis ver en qué consiste). Próximamente se realizarán nuevos envíos a Siria de mantas y otro tipo de ayuda humanitaria, así que hay todavía tiempo de tejer mantas o algunos cuadraditos de las mismas o de regalar ovillos a las tejedoras. Aquí os dejo un vídeo sobre como fue una de las numerosas entregas para el primer envío:
PD: Aprovecho para informaros de que sigue en marcha la iniciativa La manta de la vida en algunas comunidades (si no la conocéis, aquí podéis ver en qué consiste). Próximamente se realizarán nuevos envíos a Siria de mantas y otro tipo de ayuda humanitaria, así que hay todavía tiempo de tejer mantas o algunos cuadraditos de las mismas o de regalar ovillos a las tejedoras. Aquí os dejo un vídeo sobre como fue una de las numerosas entregas para el primer envío:
Mil gracias por recomendar nuestros broches, y por esta entrada. Creo que cada vez se apoya más a los pequeños como nosotros y se huye del consumo en masa; si regalas algo no hay nada mejor que saber que lo que compras está hecho con el corazón. Igual que las mantas (yo mandé unas cuantas). Saludos y gracias de nuevo!
ResponderEliminarGracias a ti, Teresa, por escribir. La verdad que no he tenido mucho tiempo para el blog estos días, pero me encantaron vuestros muñequitos (¡el de Amy Winehouse, especialmente!)y me apetecía contar algo al respecto. ¡Y lo de las mantas es emocionante! No es la solución, pero estoy segura de que algo ayuda. Las cosas hechas a mano transmiten una calidez especial. Espero que todo os vaya muy bien en los mercados navideños de estos días.
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