Eva Armisén.
Fuente de la imagen: evaarmisen.com |
¿De dónde surgen los cuentos de hadas
tradicionales, ésos que todos conocemos en versiones más o menos
edulcoradas? Existen, claro está, numerosas teorías al respecto.
Una que me gusta mucho es la que sostiene que los cuentos son
reformulaciones de los sueños (véase Ludwig Laistner). Se trata de una
hipótesis arriesgada que creo imposible de verificar (o de rebatir)
y que resulta muy sugerente (¡pensar que los sueños nos enseñan
tanto!).
También me agrada imaginar que los cuentos folklóricos
nacieron en la mente de un pastor o de una costurera como le nacían
a Ángel González los versos. En La poesía y sus
circunstancias (Seix Barral, 2005), el poeta asturiano escribe: “Casi nunca
busco los poemas: aparecen. Surgen inesperadamente unas palabras que
luego hay que desarrollar. Son -aunque la palabra tiene implicaciones
religiosas que no me gustan- como una revelación (...)" (pág. 448). Es
hermosa, sí, esa imagen de alguien que trabaja en algo monótono
durante días enteros y que tal vez no sabe ni leer ni escribir,
pero, de lo que le ocurre a diario, destila anécdotas y fantasías
hasta construir una historia. Eso es algo que yo hacía, de niña,
cuando tenía que secar los cubiertos y guardarlos en un cajón. Como
me aburría, imaginaba historias de amor imposible entre cucharas y
cuchillos y amargos relatos de cucharillas de café obligadas a
trabajar como cucharones soperos.
Pero, por encima de todo, me gusta la
posibilidad de que algunas imágenes de los cuentos hayan podido
nacer del deseo de alguien de ser querido. Por ejemplo, de un señor
muy primitivo en taparrabos que un día encuentra los restos de un
mamut y, desesperado porque su amada troglodítica sólo tiene ojos
para el Macho Alfa de la tribu, inventa que al mamut lo ha matado él solo,
y eso a pesar de que el bicho soltaba lenguas de fuego por la
boca...
Por supuesto, nada de lo que digo tiene ningún fundamento. El
que quiera fundamento que visite la página de Antonio Rodríguez Almodóvar, un sabio que de cuentos lo sabe prácticamente todo.
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