Ilustración de Isabel Hojas |
La última vez que estuve en Barcelona, había en el Palau Robert una exposición retrospectiva dedicada a Roser Capdevila. Por supuesto, yo conocía sus Tres bessones y, en general, su estilo como ilustradora. Lo que no sabía es que, además, esta mujer tan interesante se dedica a reciclar cajas de cartón para hacer con ellas cocinitas para sus nietos y teatrillos perfectamente diseñados para llevar a cabo representaciones de cabaret ante un público reducido. La exposición todavía puede visitarse (hasta el 27 de abril), por lo que, si tenéis ocasión, os recomiendo que vayáis a verla...Saldréis con ganas de dibujar por las paredes, de pintarrajear en las servilletas y, sobre todo, de arramblar con todas las cajas de cartón que encontréis por el camino.
También los cartones y las cajas aplastadas son la materia prima y la fuente de inspiración de David Hofmann, fundador del Boxdoodle Projekt, una iniciativa dirigida a creadores de todo el mundo para que confeccionen con estos modestos materiales lo que su ingenio les sugiera (los frutos de esta convocatoria abierta se pueden contemplar en esta página de Facebook).
Creo que para los niños -y para la parte de niños que hay en nosotros-, las cajas son un vehículo privilegiado para viajar al Más Allá. Y no, no me estoy refiriendo a los ataúdes, claro, sino a esas cajas de cartón que nos llevan un a Más Allá fantástico e ilimitado, absolutamente personal, donde somos dueños del espacio y el tiempo. Lo comprobé hace unos días cuando, en una improvisada encuesta realizada a través de Facebook, pregunté a mis amigos qué se les ocurría que era posible hacer con una caja. La verdad es que tardé poquísimo en recopilar una amplia gama de ocurrencias: vivienda para seres invisibles (sic), cohete y escondite; falso mobiliario, isla y cofre del tesoro; alfombra voladora y cuna para mascotas, entre otras. Además, hubo quien, para abreviar, me remitió a este enlace, subrayando así que nada hay que no pueda hacerse con una caja de cartón y mucha creatividad.
"Alice dans sa boîte" de http://www.tiphainemangan.com/about |
Igualmente, las cajas casan de maravilla con los libros, porque ambos plantean un interrogante y nos otorgan sus dones sólo si los abrimos con imaginación y una actitud de entrega a lo desconocido. Así, no es raro que álbumes cuyas ilustraciones han sido elaboradas a partir de cajas de cartón deconstruidas - Sofía y el pendolaje (Espirelius, 2008)- o que contienen imágenes enmarcadas en cajas -Esta familia que ves (Ediciones SM de México, 2013)- tengan, en mi opinión, un plus de gracia y de misterio.
Personaje creado con cartones por Valeria Gallo en su taller Nariz Grande camina solo |
Otro ejemplo de cómo combinar caja y narración son las cajas de lectura, como las utilizadas en la Escola Vedruna de Barcelona. En estas cajas temáticas los maestros reúnen álbumes ilustrados con un contenido común -los viajes, el Día de la Mujer,...- sobre el que, tras la lectura, se debate y se trabaja con los alumnos (si os interesa, aquí -en catalán- explican el procedimiento y los resultados). Para párvulos, una propuesta didáctica interesante es ésta (por la cara de los niños, yo diría que la Caja del Pollo Pepe es mucho más atractiva que la caja tonta).
Asimismo, con una pericia de la que yo carezco, con cajas se pueden hacer dioramas que representen escenas de cuentos. En este link podéis ver el proceso seguido por una ilustradora profesional para conseguirlo y aquí algunos dioramas de Kim Welling, que no ilustra cuentos en 3D pero combina letras y dibujos con mucho arte.
Imagen procedente de http://vedruna-angels.org/blocs/lectura/files/2013/02/221.jpg |
En fin, podría seguir al infinito. Pero, como no quiero acabar viviendo en una caja apostada debajo de un puente, me conviene dedicar mis esfuerzos a algo productivo. Así que me despido por hoy, no sin antes recomendaros que veáis este video sobre una iniciativa llevada a cabo por la Asociación Petit Poblenou en colaboración con el Ajuntament de Barcelona y varias editoriales. Os alegrará el día (porque, además de todo lo que hemos mencionado, con cajas de cartón y ganas, el mundo puede mejorar muchísimo).
Hola,
ResponderEliminarTengo pendiente en mi agenda la exposición de Roser Capdevila :)
Me ha gustado mucho el proyecto de la asociación Petit Poblenou.
Saludos,
Noemí.
Ves a verla. ¡Es muy inspiradora!. Me encantaron sus cuadernos de apuntes y, en general, poder hacer un recorrido por toda la vida de una persona tan creativa. Y, mira, esto (https://www.youtube.com/watch?v=PdG7mNyRcqU) también se hizo en Barcelona para la Festa del Dibuix 2013 (tu entiendes el catalán, ¿no?). A partir del minuto 1:25, más o menos, hablan de un idea para trabajar con cajas que está muy bien.
ResponderEliminarUn saludo desde Menorca.
Simplemente, si pones "Big draw. Festa del dibuix 2013" en YouTube saldrá el video.
ResponderEliminar