lunes, 28 de septiembre de 2015

Siete brujas y más

Ilustración de Phoebe Walh

Siete brujas
formaron la ronda,
siete brujas
con zapatos rosa,
siete brujas
en escobas verdes,
siete brujas
con batas celestes.

La bruja de la montaña,
la bruja del cafetal,
la bruja de la llanura,
las dos brujas del volcán,
una que vive en la selva
y la que vino del mar.

Siete brujas
formaron la ronda
en la noche cuajada de luces,
siete brujas
en escobas verdes,
siete brujas
en batas celestes.


Gloria Cecilia Díaz,  

El árbol que arrulla y otros poemas para niños 
(Colombia, Conceptos gráficos, 1995)
Ha terminado el verano; empieza la parte del año que más me gusta. El otoño me parece algo así como tener una despensa repleta de recuerdos en tarros y experiencias en conserva y, a la vez, la nevera llena de posibilidades. Es un tiempo para explorar sin sudar tanto, para proponerse retos y a ver qué pasa. A este respecto, y si os está costando un poco asimilar el cambio, hay un cuento que puede ayudar: No te vayas (Ed. Kókinos, 2009), escrito por la excelente Gabriela Keselman e ilustrado por Gabriela Rubio. Y es que nunca viene mal recordar que finales y principios se encadenan inevitablemete en la vida y no hay nada (saludable) que podamos hacer para evitarlo.
 
 
Pero hoy de lo que quería hablaros es del primer regalo del otoño: la luna llena de setiembre, que en esta ocasión es especial porque es una superluna y se producirá un supereclipse. La verdad es que la especialista en estos temas es mi amiga Vanesa Ravira, quien desde hace ya unos años desarrolla talleres sobre las fases lunares, el ciclo menstrual y su equivalente en las edades de la mujer - la doncella, la hechicera, la madre y la bruja o mujer sabia-; sin embargo, espero no decir ninguna tontería si afirmo que la de hoy es una supernoche para sacar las escobas y reunirnos las mujeres en un círculo. Pasan cosas tan terribles por el mundo en estos días, las imágenes son tan crudas y la realidad todavía más, que cualquier oportunidad de recordar que somos seres humanos llenos de potencial para ser mejores bienvenida sea.
En los círculos de mujeres se habla, se canta, se baila, se ríe o se llora  y, sobre todo, se comparte. Es un encuentro distinto en cada ocasión, en el que cada una aporta algo y, al final, todas nos vamos  sintiéndonos reconocidas y más fuertes, hasta la próxima luna.
Lo ideal, claro, es que sea un círculo físico y tangible -preferiblemente en la naturaleza-; pero, si por causa de fuerza mayor, esto fuera imposible,  supongo que un círculo virtual también servirá, siempre que las interesadas consigan centrarse y entregarse a la experiencia. Así que ésta es mi aportación a un hipótetico círculo virtual de mujeres que esta noche busquen por aquí una señal de nuestra hermandad femenina: un inspirado poema de Gloria Cecilia Díaz. una ilustración de Phoebe Walh (¡soy fan!) y una versión de Tonada de luna llena a cargo de Silvia Pérez Cruz, esa cantante extraordinaria. Y, por supuesto, mis mejores deseos para todas en este otoño recién estrenado.
 

 

martes, 22 de septiembre de 2015

Un ser misterioso

Ilustración creada por Barbara Baldi
 (procedente de https://www.facebook.com/pages/Barbara-Baldi-Illustrator/263195757058668?sk=info&tab=page_info)
 
"Imagínate que un día estás de paseo por el bosque. De pronto descubres una pequeña nave espacial en el sendero delante de ti. De la nave espacial sale un pequeño marciano que se queda parado, mirándote fijamente.
¿Qué habrías pensado tú en un caso así? Bueno, eso no importa, ¿pero se te ha ocurrido alguna vez pensar que tú misma eres una marciana?
Es cierto que no es muy probable que te vayas a topar con un ser de otro planeta. Ni siquiera sabemos si hay vida en otros planetas. Pero puede ocurrir que te topes contigo misma. Puede que de pronto un día te detengas, y te veas de una manera completamente nueva. Quizás ocurra precisamente durante un paseo por el bosque.
Soy un ser extraño, pensarás. Soy un animal misterioso.
Es como si te despertaras de un larguísimo sueño, como la Bella Durmiente. ¿Quién soy?, te preguntarás. Sabes que gateas por un planeta en el universo. ¿Pero qué es el universo?
Si llegas a descubrirte a ti misma de ese modo, habrás descubierto algo igual de misterioso que aquel marciano que mencionamos hace un momento. No sólo has visto un ser del espacio, sino que sientes desde dentro que tú misma eres un ser tan misterioso como aquél (...)"
 
Jostein GAARDER, El mundo de Sofía, Ed. Siruela, 1995 (9ª ed.), pág. 19. 

 

domingo, 13 de septiembre de 2015

¡A con...jugar!

 

Mañana empiezan las clases. Qué nervios, ¿verdad?. Bueno. Vamos a jugar a pensar que todos lo haremos lo mejor que podamos, que nos equivocaremos tan bien como sepamos, que acertaremos con intención o por accidente. Todos -yo, tú, él, nosotros...- somos sólo personas con más o menos años y experiencia, con más o menos oficio y talento. Considerando esto, esta mañana me vinieron a la cabeza las variaciones que Luis Pescetti (San Jorge -Argentina-, 1958) propone sobre sus propios poemas. Me gusta lo que hace este hombre porque nos recuerda que todo es perfectible y que, aun sobre un molde preestablecido, la intención, la emoción y la particularidad del momento lo cambian todo. Las posibilidades son infinitas y es inevitable que algunos versos sean ripios y otros nos salgan redondos, como les pasa hasta a los mejores poetas. Algo haremos bien, algo haremos mal, pero...¡adelante con la estrofa!.

PD: Si os ha gustado este poema, en este enlace hay otros más de Unidos contra Drácula (Editorial Alfaguara, 2013), un libro estupendo que sirve casi casi para cualquier cosa.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Aves migratorias

Ilustración de Arthur Rackham para "La doncella Maleen",
 cuento recogido por los hermanos Grimm en reedición de  Jeff A. Menges.
 
LOS COLORES 
"Eran blancas las plumas de los pájaros y blanca la piel de los animales.
Azules son, ahora, los que se bañaron en un lago donde no desembocaba ningún río, ni ningún río nacía. Rojos, los que se sumergieron en el lago de la sangre derramada por un niño de la tribu kadiueu. Tienen el color de la tierra los que se revolcaron en el barro, y el de la ceniza los que buscaron calor en los fogones apagados. Verdes son los que frotaron sus cuerpos con el follaje y blancos los que se quedaron quietos".