jueves, 15 de mayo de 2014

Todo asusta

Nos asustamos de todoPor todo y por nada (que casi son la misma cosa). Nos asusta el lobo, el bosque y la abuela. Nos olvidamos de que este paseo es un regalo, de que el campo está precioso y llevamos un tarro de mermelada en la cesta. Se nos pasa mayo, con sus flores, en un vuelo.
Menos mal de Gloria y sus palabras quitamiedos.
            
Todo asusta

Ilustración de Ana Terra
Imagen extraída de
 http://bibliocolors.blogspot.com.es/2011/01/caputxeta-roja-illustrada-caperucita.htm
Asusta que la flor se pase pronto.
Asusta querer mucho y que te quieran.
Asusta ver a un niño cara de hombre,
asusta que la noche…

que se tiemble por nada,
que se ría por nada asusta mucho.
Asusta que la paz por los jardines
asome sus orejas de colores,
asusta porque es mayo y es buen tiempo,
asusta por si pasas sobre todo,
asusta lo completo, lo posible
,
la demasiada luz, la cobardía,
la gente que se casa, la tormenta.
los aires que se forman y la lluvia.
Los ruidos que en la noche nadie hace
la silla vacía siempre cruje–,
asusta la maldad y la alegría,
el dolor, la serpiente, el mar, el libro,

asusta ser feliz, asusta el fuego,
sobrecoge la paz, se teme algo,
asusta todo trigo, todo pobre,
lo mejor no sentarse en una silla.


Gloria Fuertes, Poemas del suburbio

sábado, 10 de mayo de 2014

Menos es más

He aquí un cuento ideal para personas parlanchinas como yo y, en general, para todos los que, de vez en cuando, nos olvidamos del  poder extraordinario  de decir la palabra justa en el momento adecuado.  Es de la autora francesa Agnès de Lestrade y ha sido ilustrado por Valeria Docampo. Ésta es la versión de Beatriz Montero:



Y, como hoy es sábado y tenemos más tiempo, os propongo una tarea:
1º) Pensad en alguien  con quien,  por las razones que sea, os gustaría comunicaros.
2º) Imaginad que tenéis delante a esa persona -imaginad su cara, la expresión de su rostro y la postura de su cuerpo-. Podréis decirle una palabra (sólo una).
3º) Elegid la palabra con cuidado porque no se puede cambiar ni matizar.  Lo dicho, dicho está.  
4º) Mirando a la persona a los ojos,  decid la palabra.
5º) No leáis la postdata hasta que hayáis hecho todo eso. Para que no caigáis en la tentación, aquí os dejo, a modo de biombo, otra versión de La gran fábrica de las palabras - ligeramente distinta, más completa- en lengua de signos (no sé quién es la intérprete):


PD: Ahora repetid todo lo anterior frente a un espejo.

lunes, 5 de mayo de 2014

Mayo

Ilustración de Milena Janjour


"La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir".