martes, 29 de diciembre de 2015

Cuentos para cuando dejes de fumar

Ilustración de Mariona Cabassa para Los caminos de los árboles

Este final de año estoy intentando dejar de fumar. A la vez, estoy intentando no engordar y concentrarme en escribir la memoria de mi formación en Cuentoterapia. Es mucho intentar, lo sé, pero allá vamos. La mayor parte del tiempo, no soy muy capaz de escribir. Siempre estoy por ahí; en una caminata furiosa, o bailando, o admirando belenes napolitanos o haciendo punto o pilates o lo que sea. A los fumadores que consideren que su vida es monótona y aburrida, yo les recomendaria que dejen de fumar. Todo lo que probarán, pensarán y sentirán a partir del momento en que tomen la decisión y se pongan a ello hará que sus días sean interesantes. Garantizado. Esto es intenso. Hay trampas y demonios que susurran los peores pensamientos y también determinación, recursos desconocidos y aliados que nos salen al paso. Es una aventura en toda regla.

Ilustración de Lucy Campbell
Y, en este desafío, os cuento que hay varias lecturas que me están viniendo muy bien. Clarissa Pínkola y su celebérrimo Mujeres que corren con los lobos, en primer lugar. Profundizaré en ello si algún día vuelvo a ser capaz de profundizar en algo. De momento, puedo adelantar que, además de la versión de Las zapatillas rojas incluida en el libro, El oso de la luna creciente y el minucioso análisis de esta narración hecho por la autora son una guía muy buena para lidiar con los nervios y los accesos de rabia.

También Los caminos de los árboles (Ediciones La Fragatina, 2011) de Pep Bruno (au.) y Mariona Cabassa (ilutr.). Me lo compré en un arrebato porque las ilustraciones son preciosas y el texto era justo lo que mi mente pedía en un momento de vacilación. ¿Qué se necesita para trepar a un árbol? ¿Ser muy grande? ¿Ser muy fuerte? ¡Noooo! Cada árbol es un mundo, a cada reto sus dificultades, pero algo que suele funcionar es... No, no lo digo . Así podréis descubrirlo vosotros mismos, en el cuento y en la vida. Es una cosa que tiene que ver con empaparse, con entrar de verdad en la experiencia, pero sin forzar el progreso. Todo lleva su tiempo.

Además, en mi peregrinar por las librerías (si siguiera fumando, peregrinaría menos y me perdería estos hallazgos), he encontrado un método para dejar de fumar bastante original. Lo explican Esteve PujolRafael BisquerraCarles Arbat  (Ilutr.) en El gran libro de las emociones (Editorial Parramón, 2015). Consiste en reírse mucho. Tengo que probarlo.

Finalmente, Los secretos del abuelo sapo (Editorial Norma, 1997) de Keiko Kasza es otro otro relato de nieto y abuelo que contiene algunas claves muy útiles para enfrentarse a nuestro monstruo del momento. Ya sé que, de entrada, parece muy infantil para algo tan adulto como dejar de fumar, pero es que las dificultades que tenemos para lograrlo vienen de muy lejos (de hecho, a veces se me ocurre que es bastante parecido a dejar de ser un lactante). Y, además, lo que sirve para burlar a un bicho malo, sirve para todos. Aquí os lo dejo en video:

 

Seguro que hay más cuentos apropiados para este trance. Os mantendré informados de lo que descubra y, por supuesto, agradezco vuestras aportaciones. Sería estupendo hacer entre todos una antología de cuentos para lograr dejar el tabaco y, en general, los hábitos y las rutinas que ya no queremos. Como se suele decir, lo bueno de los retos difíciles es que no son imposibles; hay que encontrar el camino que nos permita seguir avanzando y confiar en que lo conseguiremos. ¡Feliz año nuevo a todos!.

2 comentarios:

  1. Que tal Juan Alquitrán de Gloria Sanchez . Ed. Edebe ???

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  2. ¡Gracias, Lorenzo! No recordaba este cuento, aunque supongo que estará en la bibliografía sobre adicciones. Ahora lo he visto (http://www.edebe.com/publicaciones-generales/img/cast/830733.pdf) y me parece estupendo. Esa sensación de que un monstruo "te tiene" es muy real.

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