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Pintura de Susana Ragel
"Porque
el bosque era el lugar al que me gustaba escapar en mi niñez y
durante mi adolescencia; aquél era mi lugar. Allí aprendí que la
oscuridad brilla, más aún, resplandece; que los vuelos de los
pájaros escriben en el aire antiquísimas palabras, de donde han
brotado todos los libros del mundo; que existen rumores y sonidos
totalmente desconocidos por los humanos, que existe el canto del
bosque entero, donde residen infinidad de historias que jamás se han
escrito y acaso nunca se escribirán.
Todas esas voces, esas
palabras, sin oírse se conocen, en el balanceo de las altas ramas,
en la profundidad de las raíces que buscan el corazón del mundo.
Allí presentí y descubrí, minuto a minuto, la existencia de
innumerables vidas invisibles, el rumor de sus secretos comunicándose
de hoja en hoja, de tallo en tallo, de gota en gota de rocío,
conducidos a través del bosque por los diminutos habitantes de la
hierba (...)".
De
En el bosque: defensa de la fantasía (Discurso de entrada en la Academia de la Lengua de Ana María Matute).
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En el bosque... me gustó mucho su lectura
ResponderEliminarGracias por tu opinión, Cris. Y sí, la verdad es que Ana María Matute siempre escribía cosas interesantes.
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