viernes, 6 de noviembre de 2015

Ante todo, mucha calma

Ilustración de Cristiana Cerretti para Ascolto, guardo de Cosetta Zanotti (Edizioni Lapis, 2009).
 
Hoy voy a hablaros de un álbum ilustrado (llamarlo cuento es dudoso, pues no hay conflicto) que me regalé hace unos meses y que creo que puede ayudar a sortear, o al menos a sobrellevar, esa espiral de frenesí por hacer en la que andamos metidos demasiado a menudo. En su versión en castellano se titula Escucho, miro y fue editado por Sleepyslaps en el 2011.
Del texto, de Cosetta Zanotti, no puedo decir que sea original; pero, de hecho, una de sus virtudes es la de ser capaz de conmovernos a pesar de que casi podemos adivinar, palabra por palabra, lo que sigue. Y es que, cuando nos detenemos y vivimos uno de esos raros momentos de presencia en el ahora, lo más lo obvio -el soplido del viento, las lejanas estrellas o un sentimiento que emerge si se lo permitimos-, puede ser extraordinario.
Al servicio del texto, complementándolo magníficamente, las ilustraciones de Cristiana Cerretti nos transportan a un lugar sin anécdota, sin  apenas detalles de fondo. Formas onduladas, como si una brisa pasara por ellas, y unos pocos motivos en rojo, nada más; todo muy sencillo y casi transparente.
El libro está  destinado a lectores/oyentes a partir de cinco años y pienso que puede servir como introducción a textos más propiamente narrativos, porque contribuye a crear un estado mental de calma y atención. Con Escucho, miro entramos de puntillas en otro mundo, el ruido y la vorágine  se quedan afuera, que ya toca. 

Ilustración de Cristiana Cerretti para Ascolto, guardo de Cosetta Zanotti  (Edizioni Lapis, 2009).

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